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Al otro lado de la clausura

 

Hoy es santa Cecilia, filias. Y no he podido oír la liturgia del día.
No hay monasterios en mi ciudad y tendría que tener vehículo para llegar a un carmelo, que es lo que está más a mano. Pero allí no encontraría la liturgia de cielo que centra mi alma. 
 Estaba acostumbrada a oír la que compartían las monjas de Jouques y hoy, ¡en el día de mi santa Patrona!, en el día de los músicos, han dejado de dar el acceso pleno a su oficio divino diario(completo y con la posibilidad de pasearte en cualquier horario)  y me siento desnuda de ello. Del canto gregoriano que podía oír desde el otro lado "del charco".
Y bien, lo he compartido con personas cercanas y nadie a comprendido mi perdida. Hay países en que se hace un pasacalle y luego una ofrenda floral a la santa. Tampoco eso se hace en mi ciudad. 
 Se que el oficio divino es para Dios, para su alabanza. También para dar posibilidad de expandir esa sensibilidad a las almas llamadas a cumplirlo. Pero también estamos los que escuchamos al otro lado de la reja. También para nosotros está. Incluso es ecuménico. Para los hermanos reformados, judíos; es el único espacio de celebración en que no se tienen que apartar en algún momento. Se supone que es un tesoro para todo la Iglesia y es tan exclusivo! Para mí, ha vuelto a ser para los que viven en Francia.
 Hoy me celebre para mi día, me vestí especial , toque piano en la tarde y consideraba a raíz de este hueco, que pensaría si Dios hubiese querido que estuviese de monja. Entonces estaría cantando el oficio divino feliz; tal vez no podría tocar piano como lo hago ahora, no me vestiría de color cereza. Pensé que es una vida de opciones, que para las llamadas, lo que se deja atrás para siempre y que duele es negar la maternidad. 
 Eso de la castidad lo entiendo porque tengo vocación esponsal y desde esa óptica, se entiende la consagración. Lo de sepultar los talentos, eso no me lo creo 😄 pero si comprendo lo que aportan para el mundo secular haciéndolos palpable el coro de los ángeles en su presencia y que la presencia de Dios en nuestras vidas es real, que es un Dios de trato personal. 
  Estoy desolada porque me veo apartada de ello y se los quise compartir a uds., filias, para que vean que su vocación y su apostolado es importante.
 Para mí lo es. y sería maravilloso que en vez que se estén cerrando monasterios en las ciudades, haya un oasis en cada una que emane está conexión con Dios a través de la liturgia oficial y toda la irradiación de paz y amor que puede neutralizar tanta mala "energía".
 Escuché de un experimento , creo que lo hizo un instituto especializado en corazón, que midió el impacto de un grupo de personas que se pusieron a meditar todos los días en uno de los barrios más peligrosos de una ciudad de Estados Unidos y vieron que eso que emanaban en paz hizo que se bajara en un 40% la criminalidad de allí. Lo voy a buscar y cuando lo tenga, actualizo el dato. Pero si creo que pueda ser verdad. Al menos yo lo he experimentado así. Y lamento que sea tan, tan escaso para los fieles de hoy.

 ¡Feliz día de santa Cecilia , filias mías! Qué ella las bendiga siempre a ustedes que están destinadas a cantar junto con los ángeles, a portar el evangelio de Cristo sobre sus corazones y no cesar, ni de día ni de noche de orar a Dios.
                               Amma Angela

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