O.K. filia, ya has navegado por todas las páginas de monasterios femeninos posibles; te estás cuestionando si no estás adicta a ello o que se te pasan tantas horas en internet nada más porque salió la palabra "monja" o tú misma la pusiste en el buscador. Ya te viste todas las películas que pudiste encontrar en el cable... Filia: llegó la hora de "mojarse el potito", como dicen en mi país. Tienes que poner al menos un pie en el agua de la piscina. No vas a saber como es solo mirándola, jamás vas a sentir como es de verdad, por mucho que te hayan contado, o leído. Eres tú. No te valen las experiencias de otras personas que se construyeron con sus percepciones y maneras de entender. ¡Menos te puedes basar en lo que ves en las películas! (voy a hacer un post especial de eso, pero adelanto que la vida monástica no son como en ellas). No se trata de tirarte a la piscina sin más pero acercarte a un monasterio, "en vivo", te va a dar muchas pistas y te baja